EL POLO EN LA TONADILLA ESCÉNICA
En los registros sonoros polo y caña se asemejan
notablemente, pero dicha similitud es más producto de la convergencia sobre una
base rítmica y armónica común que de un parentesco ancestral.
Es a mediados del siglo XVIII cuando encontramos las
primeras noticias sobre el polo, ya fuese formando parte de coplas o mencionado
por José Cadalso en sus Cartas Marruecas. A finales de ese siglo, cuando
supuestamente ejercían su ministerio los primeros cantaores, se encuentran
referencias al "polo agitanado".
A partir de 1790 el polo entra en los repertorios habituales
de la tonadilla escénica; estos polos líricos se relacionan musicalmente más
con los fandangos y jácaras que con los polos flamencos: Ritmo ternario
animado, aparición de hemiolias, tonalidad menor, cadencias frigias y reposos
en la dominantes. Todos estos elementos configurarán un universo musical que
acabará siendo referente de la música española.
En 1804 el compositor Manuel García compone el polo
"Cuerpo Bueno, Alma Divina" y un año más tarde publicará el famoso
"Polo del Contrabandista", ambas piezas insertas dentro de óperas
costumbristas. Sendas obras disfrutarán de gran éxito como paradigma de la
música española y su influencia se dejará sentir en ésta por todo el siglo XIX, hasta el punto de que motivos
melódicos de la primera de ellas servirán de inspiración para Bizet a la hora
de recrear a Carmen la cigarrera.
POLO LÍRICO - "Yo que soy Contrabandista" - Manuel García
POLOS PROTOFLAMENCOS
Estébanez Calderón nos informa de que era descendiente de la
caña, como la mayoría de los cantes que nos describe; fuese o no así, es
preciso no olvidar la querencia arabófila del escritor malagueño. También nos
dice que era un cante de lucimiento y que se cantaba por estrofas sueltas en
contraposición a los romances; el mero hecho de que lo explicite podría
implicar que por entonces la copla no fuera aún la unidad mínima expresiva del
cante andaluz.
En sus "Escenas Andaluzas" menciona que Juan de
Dios entona el Polo Tobalo que es culminado a coro resaltando el efecto musical
frente a obras más complejas armónicamente, indicio quizás de una cierta
polifonía en la ejecución de ese canto coral.
Por Davillier sabemos que en 1862 aún se baila y que es
acompañado por una única guitarra, de modo que ya por entonces se había
iniciado la transposición rítmica que lo ha llevado desde vástago del fandango a
hermano de la soleá.
A lo largo del siglo XIX se estabiliza la forma del polo,
homogeneizando su acompañamiento con las soleares, cada vez más tendente al
modo frigio y con un ayeo inicial en Mi que gira hacia el Do mayor, como
acertadamente describe Gevaert. El atento estudio de las transcripciones de
polos y soleares decimonónicos se comparten numerosos elementos musicales,
incluidas las melodías por lo que no sería de extrañar que la soleá o soledad pudiese
en origen ser un polo titulado de esa manera.
Eduardo Ocón compuso un polo para sus "Cantos
Españoles" en los cuales presenta otros anteriores. En estos y otros polos
conservados por escrito a lo largo del siglo XIX se van presentando caracteres
flamencos y oscilan entre el Modo mayor y la cadencia andaluza. El polo gitano
que recoge Ocón y la soleá "La Jitana" de Isidoro Hernández, ambas de
en torno a 1880, comparten frases melódicas y a su vez algunos escasos giros
que anticipan los polos y cañas flamencos. Ambos sirvieron de inspiración a
Manuel de Falla para su polo inserto en las "Siete canciones populares de
España" ya a principios del siglo XX.
EL POLO - Siete Canciones Populares de España - Manuel de Falla
EL POLO FLAMENCO
Si viajamos a la época del café cantante tenemos que
Demófilo nos habla de polos, cañas y policañas. Dadas las versiones bien
conservadas de polos y cañas preflamencos, es posible que la policaña se
refiriese a los precedentes inmediatos
de las actuales cañas y polos, ya al final de su aflamencamiento. Manuel Gamboa
incide en la dificultad de relacionar los polos flamencos con los líricos del
siglo anterior y él lo atribuye a que aquellos serían una mezcla entre caña y
rondeña.
Volviendo a la soleá tenemos que ésta no sólo se presenta
como remate sino que presta su molde rítmico-armónico para que se aflamenque.
Pudo ser que este proceso fuese obra de Silverio, considerado por Demófilo como
un supremo ejecutor de polos y soleares, y que separase el polo de la caña en
los repertorios para realzarlos por separado en una época en la que estaban
convergiendo.
Tomás Bretón compuso un "polo gitano" en 1894 y
otro en 1911, ambos ya en época flamenca. El segundo de ellos es más similar a
las versiones actuales pero el primero de ellos, que goza de personalidad
melódica propia, reúne ya la mayoría de elementos musicales de los cantes
flamencos en modo frigio, con los protoflamencos anteriores y con sus
antecedentes desde el siglo XVII: Modo frigio, salía o temple en Mi, descenso
por los grados IV-III-II-I de dicho modo (cadencia andaluza). ritmo ternario
tendente a la hemiolia, giros al modo Mayor... En definitiva un corpus que era
definido por los observadores contemporáneos como "sonoridad
oriental".
EL POLO - Escenas Andaluzas - Tomás Bretón
Respecto a los polos flamencos, han sobrevivido dos modelos
melódicos muy emparentados entre sí. El primero de ellos es el llamado polo de
Tobalo, registrado por Pepe el de la Matrona en décadas posteriores a las
primeras grabaciones y que contiene un fragmento del romance del Conde Sol en
su primera cuarteta, por lo que cabría especular hasta que punto algunas
melodías de algunos palos serían aportaciones de estos.
La otra versión de polo que ha sobrevivido se la ha
denominado natural, del Fillo y sevillano, y es la que fundamentalmente se
interpreta hoy día, Téngase en cuenta de que antes de la publicación de la
Antología Hispavox de 1954 eran muy pocos los cantaores conocedores de este
cante y que la interpretación de Jacinto Almadén en ésta recopilación ha
servido de nuevo canon para la segunda mitad del siglo XX. No obstante el
registro más antiguo de esta variedad se deben al Mochuelo, que los imprime en
cera a finales del XIX y que muestra ciertas particularidades como un escaso
número de ayeos y más enlazados, más en consonancia con los polos líricos.
POLOS NATURALES - El Mochuelo y La Rubia (dos grabaciones)
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