Estamos ante uno de los palos menos ejercitados y peor
documentados, hasta el punto de que no hay noticia de las livianas en la época
netamente preflamenca, esto es, desde finales del siglo XVIII hasta mediados
del XIX.
Es un cante en modo de Mi frigio flamenco, breve, poco
aflamencado, austero en su melodía y verso de seguidilla. Estas características
y en particular su línea melódica son compartidas por los cantes campesinos,
particularmente (aunque no exclusivamente) los del Valle del Guadalquivir, de modo
que quizás conformasen junto a las tonás un tronco matriz en el que pervivían
melodías antíguas orientales.
Son mencionadas en 1874 por el periodista costumbrista José
Navarrete que habla de "livianas y tonadas de Molina". Más adelante
en 1881 Demófilo incide en esta relación pues habla indistintamente de toná y
liviana, liviana y toná y toná-liviana, y por él y otros autores sabemos que
ambas fueron interpretadas durante un tiempo sin guitarra, probablemente en la
época en la que la introducción de los melos campesinos coadyuvavan al
aflamencamiento de aquellas.
No obstante no ha sobrevivido ningún ejemplo de liviana
interpretada sin guitarra y a su letra el folclorista sevillano las relaciona
con el polo, la caña y la toná, como cantes que aceptan coplas de cuatro
versos.
Al interrogante sobre su denominación el cantaor Pepe el de
la Matrona atribuía su origen al "liviano", nombre que lleva el
caballo que lidera una recua y que lleva un cencerro abriendo camino. De igual
manera la liviana sería un cante de entonación de preparación para otros más
complejos; no deja de ser cierto que probablemente sea el palo más fácil de
entonar y afinar.
La primera grabación la realizó este cantaor para el
profesor García Matos, en una fecha tan tardía como 1947, e incluyéndolo en una
serrana, aunque posteriormente en la antología de Hispavox de 1954 la grabaría aparte. Este asunto
supuso motivo de controversia entre cantaores antiguos. Por un lado estaban los
que sostenían que fue Silverio el que comenzó la costumbre de empalmar liviana,
serrana y siguiriya de cambio como un corpus interpretativo fijo; así debió
referírselo Antonio Chacón, admirador y seguidor de Silverio a su discípulo
Pepe el de la Matrona.
Sin embargo Fernando el de Triana sostenía que no fue Silverio
el primero que acopló la liviana y la serrana y en sus memorias el cantaor
Rafael Pareja de Triana, nacido en 1877, menciona por un lado que escuchó a
Silverio de niño y por otro que la liviana se conocía como cante aparte de modo
que en el caso de que el cantaor de Morón fuese el iniciador de esa costumbre a
la hora de interpretarlas, lo haría probablemente al final de su carrera.
La discografía ayuda poco al respecto, primero porque como
vimos antes las livianas se empiezan a registrar tarde, y segundo porque las serranas más antiguas se graban sin
liviana, en ocasiones en registros suficientemente largos como para que la
duración no fuese una excusa válida, de modo que fuese cual fuese el autor de
esa canonización liviana+serrana+siguiriya de cambio, dicha modalidad no fue la
única ni necesariamente la preferida por los cantaores de la generación
posterior a Silverio.
Basicamente hay dos variantes, ambas modernas, la ya
mencionada de Pepe el de la Matrona y la de Fosforito, seguramente inspirada en
la anterior o en una fuente común. A partir de los años 50 se registraron otras
variantes presuntamente enraizadas en fuentes de origen incierto por lo que
resulta más prudente calificarlas como creaciones personales. Con lo dicho en
estos últimos párrafos queremos insistir en que más allá de que los orígenes de
las fuentes de las que manan estos cantes sean de procedencia campesina o
serrana, su conformación flamenca será en todo caso obra de cantaores
profesionales.
Está generalmente aceptado entre los investigadores el
parentesco entre liviana y seguiriya por más que puedan parecer cantes muy
diferentes en ritmo, verso y melodía. Por un lado tendríamos que de un tipo
particular de seguidilla emergería la serrana como copla aparte. Por otro
tendríamos esas tonadas-livianas afectadas por melos de origen oriental. Al
interpretarse con acompañamiento de guitarra, y alargando los tercios, la
segunda asumiría el ritmo y la armonía de la primera y a través de los
silencios y los acentos en el cante los 4 compases en ritmo ternario podrían
generar 2 compases ternarios y 3 binarios, estructura típica de la siguiriya.
Incluso tenemos que ese efecto de alargar el tercer verso propio de esta se
halla en las livianas más arcaicas:
Camino Cazariche
Venta Brabaero
allí mataron a Bastían Bochoco
cuatro bandoleros
LIVIANA - Pepe el de la Matrona
También de la siguiriya hay fuentes que afirman que en
origen se cantaban sin guitarra...
Esta cadena de transformaciones es fundamental para entender
de manera general el nacimiento del cante flamenco, pues en ella se reunen
cantes y bailes populares entroncados con la tradición musical española como la
seguidilla, temas melódicos y variaciones armónicas más propiamente andaluzas
como los cantes campesinos y lo más importante de todo, el alargamiento de los
tercios como recurso para el lucimiento vocal una vez que el cante adquiere
preponderancia sobre el baile. Un fenómeno relativamente similar se produjo en
el último cuarto del siglo XX con las sevillanas, otra heredera de la
seguidilla, que con la competencia de un mercado en alza generó un sinfín de
variedades, muchas de ellas imposibles de ser bailadas por profanos por su
lentitud.
Mummys Gold Casino - JT Hub
ResponderEliminarMummys Gold 여주 출장안마 Casino: Play and win at the Mummys Gold Casino! Slots, Blackjack, Roulette, Blackjack, 삼척 출장안마 Video 공주 출장마사지 Poker, 과천 출장샵 Keno, Let 전주 출장안마 It Ride, and much more!